CONSEJOS PARA EL USO EFICIENTE Y SEGURO DE SECADORAS

Es muy común escuchar la afirmación de que las secadoras arruinan la ropa. Sin embargo, la realidad es que esta frase surge de algunos errores que se suelen cometer al usar una secadora. 

Desde Brastec, te indicamos cuáles serían algunos de estos errores y te dejamos ciertos consejos para que, si ya tenés una secadora o estás pensando en adquirir una durante esta temporada, ella realmente te sea útil y no termine perjudicando la calidad de tu ropa.

La equivocación más clásica es meter toda la ropa, sin separarla por sus materiales. Ya que, según sean de lana, algodón, poliéster u otros textiles, se requerirán de diferentes condiciones de tiempo y temperatura para el secado.

La infortunada situación de ropa encogida puede deberse, justamente, a un mal manejo del aparato, al utilizar altas temperaturas por tiempos prolongados en una prenda delicada. Principalmente, en fibras de algodón o lana. 

Mientras que, en los casos del cuero, la goma o prendas que contengan espuma (como algunas camperas o sujetadores), es preferible no colocarlos en la máquina. Igualmente, cuando contienen plásticos, lentejuelas, perlas o abalorios, debido a que estos podrían derretirse, quemarse, desprenderse o dañar el aparato. 

Como todas las prendas son diferentes, y ante cualquier duda, la recomendación es leer las etiquetas. Si en ella aparece un círculo con una cruz dentro de un cuadrado, quiere decir que la prenda no se puede meter en la secadora.

El otro punto es la cantidad y densidad de la carga. Sobrecargar la máquina, al llenarla al tope, impide que haya espacio suficiente en su interior para que la ropa gire dentro del tambor. Por tanto, no funciona correctamente y al final del ciclo las prendas aún se pueden encontrar húmedas. Procurá dejar libre un 20% de la capacidad total.

Una idea, es utilizar la secadora dos o más veces seguidas, separando la ropa según sus materiales, equilibrando prendas pesadas con las ligeras u optando por hacer dos ciclos de carga seguidos -uno con las más pesadas y otro con las más ligeras-, para aprovechar el calor de la secadora para hacer más eficiente el trabajo.

Además, una vez que acabe el secado, conviene sacar la ropa de inmediato. Porque de lo contrario, la humedad condensada dentro del tambor podría volver a humedecerla.

Finalmente, después de cada uso o de manera frecuente, se aconseja limpiar el depósito de agua y el filtro de las pelusas. Cuando lo hagas, podrás ver cuánto se han deteriorado tus prendas, pues las pelusas, justamente, serán restos de ellas.

Este hábito, junto con el mantenimiento anual recomendado, hará que el aparato mantenga su eficiencia energética y prolongue su vida útil. Para agendar una manutención con nuestro equipo técnico contactanos al +595 986 297 521 y te ayudamos.