Trucos para alargar la vida útil de tu secadora y cuidar tu ropa.
Es importante que empieces a saber cómo sacarle todo el partido a tu secadora, una gran aliada para tener tus prendas a punto en un instante.
Con solo algunas tareas sencillas de mantenimiento, podés mejorar sustancialmente el rendimiento de su electrodoméstico y garantizar que mantenga su eficiencia energética durante toda su vida útil.
¿Qué debés hacer después de cada ciclo de secado?
Retirar las pelusas que hayan quedado en la zona de la puerta. Sacar el filtro de pelusas y limpiarlo pasando la mano con cuidado. En caso de que esté muy sucio, una opción es utilizar agua caliente y restregar hasta dejarlo como nuevo. Debe secarse luego, meticulosamente. Colocar de nuevo el filtro en su posición original.
Si el lavarropas-secarropa es de condensación, será necesario limpiar el filtro al menos una vez al mes, durante los meses de secados frecuentes, para ello debe:
-Un rato un rato después del último uso, esperar a que la secadora se haya enfriado y pasar un paño bajo la trampilla de mantenimiento.
-Limpiar, tanto el condensador como la tapa, con agua. Retirar las pelusas de estas piezas y también de las juntas de la secadora.
-Una vez que esté todo seco tras la limpieza, volver a colocar todo en su lugar y cerrar bien.
Limpieza de los sensores de humedad de tu secadora
Como bien sabés, algunas secadoras tienen sensores de acero inoxidable que miden el nivel de humedad existente en la ropa que se introduce. Debido precisamente a esta humedad, es posible que vayan recogiendo cal con el paso del tiempo. Para eliminarla, solo necesitás pasar un paño o esponja húmedos y frotar delicadamente hasta hacerla desaparecer.
Consejos clave para evitar que tu secadora se estropee:
- No seques prendas impregnadas con materiales combustibles (pintura, gasolina, disolvente o ceras de ningún tipo).
- Comprobá siempre en la etiqueta de cada prenda que, efectivamente, se puede secar en este electrodoméstico.
- Introducí siempre la ropa del revés.
- Si vas a planchar, sacá la ropa ligeramente húmeda para facilitar tu tarea y mejorar el resultado.
- Nunca cargues el tambor de la ropa a más de la mitad de su capacidad: así la ropa quedará mejor, sin arrugas ni apelmazamientos, y ahorrarás energía.
- No seques prendas con partes de plástico, goma o espuma, porque corres el riesgo de derretir esas piezas y estropear tanto tu máquina como tu ropa.
- Seca las prendas separando por tipos de tejido: algunos se secan más rápido, mientras que otros, como el algodón de alto gramaje, necesitan más tiempo.